martes, 23 de julio de 2013

Dime cosas sucias

Dime cosas sucias

La mayoría solemos estar callados durante el sexo o, como mucho, dejamos que se escape algún gemido, quejido o jadeo o una sucesión de ellos.
Liberar los sonidos durante el sexo y gritar cuando te apetece intensifica el placer… El propio y el de la pareja pues los sonidos del amor resultan para los compañeros/as de cama.
En el caso de los macacos, por ejemplo, las hembras que consiguen que más machos eyaculen dentro son aquellas que gritan durante el coito. Y tampoco somos tan diferentes de nuestros parientes los monos…

Hablar de la sexualidad y de los problemas sexuales con la pareja o, en su defecto, con un amigo disminuye la ansiedad de las personas mayores según el geriatra de la Universidad de Oregón, Alexis Walker.
Pero no sólo de hablar de sexo disfruta la mujer (o el hombre), sino que podemos ir un paso más alla y volvernos descaradas u osados para pedir lo que queremos en la cama, en momentos clave o con instrucciones tan precisas como sinceras y descarnadas o para comunicarle que nos encanta lo que nos hace.
Cada pareja debería experimentar para ver qué le gusta al otro y qué le gusta a uno mismo. Si uno de ellos es muy tímido o convencional, quizá sería mejor hablarlo antes y pactar unos límites.

Algunas ideas de alto voltaje
Describe lo que vas a hacer. Lo disfrutará dos veces: cuando se lo digas y cuando lo hagas. El placer no se multiplica por dos sino por mil. Sobre todo si, de vez en cuando, le dices que vas a hacer algo y haces otra cosa o esperas un poco para hacerlo.

Ordénale que te pida lo que quiere. El que pide tiene que ser claro y dar detalles sobre la acción concreta que desea y cómo la desea.

Radia lo que estáis haciendo con todo lujo de detalles y pidiéndole que se fije: “Mira como…” es una buena introducción a todo tipo de descripciones sexuales.

Crea una fantasía erótica en la que interpretéis un juego de rol. A veces lanzarse a hablar es más fácil si creáis personajes diferentes a vosotros y os sumergís en una escena. Usad tres o cuatro elementos de atrezzo para entrar mejor en el papel.

Cuando esté a punto de tener un orgasmo, háblale al oído o pídele que te mire a los ojos y que no aparte la vista. Si deja de mirarte ordénale: “Mírame”.

Díselo en otro idioma. Te ayudará a soltarte y a ser más atrevida e imaginativa y a tu pareja le sonará terriblemente sexy.

Poneos en situación y copiad las frases de una película porno.

Pregúntale, de vez en cuando, si le gusta lo que le haces y que te diga por qué. Los jugosos detalles en el “hablar sucio” crean un ambiente más tórrido y hacen que la excitación crezca.

Halaga a tu partenaire por lo bien que lo hace, lo que te hace sentir o lo atractivo, guapo y deseable que es, por completo o por cada parte de su cuerpo.

Las frases más calientes
Puedes decir cualquier cosa que te pase por la cabeza y sea descocada, desvergonzada y políticamente incorrecta, pero hay algunas frases que son (casi) éxito seguro. Son una forma de empezar hasta que te sueltes…
No se trata (en esta ocasión) de expresar frases de amor sino frases atrevidas o incluso obscenidades. Las hay para todos los gustos: desde algunas más sutiles a otras francamente bestias y malsonantes pasando por otras bastante directas. Pero es sólo un juego…

En el sexo y en la guerra todo vale. Explorad lo que os gusta con mente abierta y espíritu juguetón. Las frases más procaces y con palabrotras varias funcionan por el contraste de ver a la pareja, se supone que normalmente muy educada, usando un lenguaje vulgar.

Ellas
Cómeme… (lo que te apetezca).
Dime guarradas
Me pones muy cachonda.
Muérdeme.
Hazme lo que quieras.
Cómeme toda.
Fóllame (directo, sencillo, contundente y tremendamente efectivo).
Métemela poco a poco.
Me encanta sentirte (aquí se puede poner una palabra muy gráfica y descriptiva).
Métela hasta el fondo, quiero sentirla.
Adoro tu verga (la palabra vulgar más usual es el doble de efectiva).
Me encanta hacerlo contigo.
Soy tuya.
Más fuerte, dame más.
Soy tu p…


Ellos:
Eres divina.
Estás muy buena.
Disfruto muchísimo contigo.
No te preocupes por mí, hoy quiero que disfrutes tú.
Eres una gata salvaje.
Me encanta que seas tan caliente
Eres la reina del sexo.
Te siento muy mojada.
Soy tuyo.
Te voy a comer toda.
Pídeme lo que quieras.
Quiero sentir como te corres.
Eres la reina de las p…

Y al terminar:
Qué polvazo.
Ha sido brutal.
Etc.


1 comentario: