miércoles, 24 de abril de 2013

Andrea y Adriana..

ESCAPANDO DEL MUNDO NORMAL....tomarse 5 dias para descubrir Barcelona...descubrir su cielo abierto y olor a mar...su sol no tan caliente pero una playa de encanto..........el swinger club. Swinger Club. Y la dama de Compania. No me di cuenta ...fue tanto...
Llegamos con el taxi...escepticismo por tanta oscuridad...un par de velas en la entrada...más oscuridad...un despecho de bar abandonado..porque todos follaban en la sala principal...luces azules oscuras...una pareja es sus más eróticas posiciones en todo el centro del cuarto....unas 10 cabinas alrededor...solo escuchaba gemidos....eramos uno, nos conociamos...y nos re-conociamos nuevamente ante tal marania....quería que alguien brincara a nuestro lado y se lo devorara...quería ser devorada por el que follaba a la del medio...un cuerpazo....la aniquilaba: lo podía ver mientras montaba mi caballo...y gemia con las demás...me encantaba la idea una orgía inpersonal..........y eso era....amarrada a cadenas en el cuarto de al lado...mientras otro dominaba a su tanto fiel....

Unos dias despues llamé al servicio escort.....vino una argentina.....yo soy muy celosa...pero tenía que abrir las puertas...tenía que soltar.....llegó ...muy guapa
...cabellos negros lisos...cuerpo perfecto, muslos perfectos....tetas perfectas....una cintura...unos encajes en sus medias y ropa interior...la desvestimos entre los dos.....mientras yo buscaba su boca y tocaba sus senos él tocaba y lamía su culo....y ella gemía...era poco común sentir los senos de una mujer en mis manos..pero al ver su placer eso me excitaba....el la penetró...yo solo les miraba...ella medio gemía pero no de placer....sentía algo de dolor....y a mi me gustaba.....
como si ya todo hubiera sido el final después de él acabar, ella preguntó: y tú? yo me atraganté en mi respuesta mientras ella bajaba con su lengua mi vientre.....y empezó a jugar con mi clítoris ...cerré mis ojos y agarré los brazos de él....él observaba...ella lo hacía tan bien.....y al cabo de unos minutos de sentir su lengua húmeda en mi entrepierna me estremecía en un orgasmo tan intenso...de esos en donde quieres ser penetrada 5 veces más allá de tus límites...una mujer que entiende de tu placer.....

Y la noche me regaló la libertad....nadie era mio y yo no era de nadie,...todos formamos parte de este universo divino....en donde el placer viene y va....como cada cosa....y el amor se ancla, dependiendo de quien lo quiera administrar....

viernes, 19 de abril de 2013

Reuniones





Gracias a todos por estos casi 6 años, abriéndome las "puertas" de sus casas, sus intimidades, sus dudas.. También compartiendo experiencias de todo tipo, entre risas...

   Vá por ustedes!!!...

jueves, 11 de abril de 2013

Bestias en el Paraíso..


No sé exactamente el motivo o significado de este sueño, o si tiene alguno, pero tampoco me importa.

Abro los ojos y me encuentro caminando desnuda entre medio de un cañaveral y árboles muy altos y gruesos,  a la vez el suelo es verde como un césped, oigo el sonido de un correr de agua y sigo a mis curiosamente oídos muy perceptivos. Tengo una extraña sensación, miro alrededor y sé perfectamente que podría subirme a cualquier árbol sin problema, veo de una manera muy nítida y al mirarme las manos son como una especie de garras, detrás me sale una especie de cola larga, un poco gruesa, de mi misma piel, no estoy incómoda, forma parte de mí y sé cómo moverla perfectamente. Todo lo demás soy yo, pero me toco la cara, la cabeza… Me pongo nerviosa, porque ahí  no soy yo… tengo la cabeza de algún felino, aunque me siento segura.

Me apresuro a buscar el agua, y me encuentro a la orilla de una especie de río. Es claro, arenoso y cálido, al que la altura del agua no sobrepasa las rodillas. Al otro extremo de la orilla todavía un poco lejos, veo salir rampando del agua en principio un cocodrilo pero su cuerpo es de hombre…y perfecto. Me quedo observándolo y parece tener la misma sensación que yo a la vez de perdido. Tomo como una actitud de defensa, siento que se me eriza la piel, estoy muy excitada, pero  a la vez…. este instinto nuevo para mí, quiere matarlo.

Enseguida capta mi presencia y nos vamos acercando uno al otro,  a cada extremo de la orilla..
Por más que lo miro, no lo reconozco. Su cuerpo es enorme y perfecto a la vez que su miembro, que a medida que se va acercando se pone más erecto. Sé que tiene la misma sensación que yo, está excitado pero a la vez quiere matarme… Puedo sentirlo.

Ya casi estamos uno frente al otro, pero no voy a esperar y corro hacia él. ¡Para atacarlo!
 El corre hacia mí, y en el momento que doy un salto para arañarlo y morderlo… Quizás, para arrancarle la yugular de un mordisco, me siento perfectamente capaz.  Es mi instinto en ese momento.
A cámara lenta, levanta el brazo y en pleno vuelo recibo un golpe tan fuerte que caigo hacia atrás en el agua.

Aturdida, abro los ojos.  Acabo de  darme cuenta que es mucho más grande y más fuerte que yo. De pie, delante de mí, con una erección brutal. No sé como explicar la cantidad de sensaciones tan intensas y contradictorias en ese momento.

Estoy dolorida, excitada, tengo un miembro perfecto delante de mí que me apetece lamerlo, chuparlo, succionarlo… tirarme hacia el e introducirlo de un golpe hasta el fondo de mi garganta acariciarlo todo dentro con mi lengua, tragarlo con toda la saliva que segrego del placer que me genera semejante manjar. Definitivamente… Como un animal.
A la vez quiero correr y salir de allí. Pero antes de decidirme por la segunda opción, ya me tiene cogida por un tobillo y me está arrastrando hacia la orilla.


A medida que nos acercamos me levanta con un solo brazo por el tobillo, agachando su enorme cabeza entre medio de mis piernas, lento… saca una enorme lengua, pero su lengua es como la de un caballo, y yo lo estoy viendo con la cabeza sumergida en el agua, intento apoyar los brazos para intentar incorporarme un poco, entre otras cosas, para poder respirar. Me siento ahogada y excitada.
Pasa su lengua entre medio de mis piernas de arriba hacia abajo, una y otra vez…  la mete dentro, moviéndola de un lado a otro. Es suave, caliente, húmeda, gorda… Hace que separe aún más la pierna que no me tiene sujeta.

Llegamos a la orilla y me tira hacia el césped, no le cuesta gran esfuerzo, es muy fuerte.
De un salto me incorporo a cuatro patas frente a él que sigue perfectamente erecto, y de un salto con la boca abierta la meto hasta el fondo de mi garganta, presionando desde mi nariz hasta mi frente contra su pubis… tragándola hasta el fondo, lamiendo de dentro a fuera a golpes. Con mis colmillos podría arrancársela en el acto, pero el placer que me produce tenerla en el fondo de mi garganta nubla ese pensamiento.

Levanta la pierna poniéndola en mi hombro y me empuja fuertemente hacia atrás. Vuelvo a quedar acostada delante de él que sigue estando de pie… Su reacción me irrita de sobremanera y me enfurece.
Vuelvo a saltar, pero esta vez sobre él clavando mis uñas en sus hombros agarrándome y con mis pies a los lados de sus caderas… La meto en el acto. Me muevo arriba y abajo, fuerte, enfurecida, pero él no se mueve… Loca, desesperada,-¡ La quiero toda dentro y más!.
Mis manos son como garras, por lo que ya corre la sangre por sus hombros, pero no quiero soltarme… Lo estoy utilizando para darme placer a mí misma, subiendo y bajando, retorciéndome, penetrándome hasta lo más profundo que puedo.

Vuelve a quitarme de encima, cogiéndome por la cintura y tirándome hacia atrás, esta vez con un poco más de delicadeza, posiblemente por las heridas de los hombros de donde le veo caer gotas de sangre que huelo y me excitan aún más.

Pero se acaba la delicadeza de segundos…
 Se agacha me coge por la cola y de un tirón me da la vuelta. Cae de rodillas y a mí me deja a cuatro patas.
Intento huir, pero me atrapa por la cola y me arrastra hacia él. Clavo la uñas en el césped pero me arrastra hasta que siento de golpe como me penetra hasta el fondo haciéndome gruñir y agarrarme fuertemente entre el césped mojado y arena de la orilla.

Mientras con una mano me gobierna tirándome de la cola a su antojo hacia sí embistiéndome con mucha violencia, con la otra empuja mi cabeza contra el suelo. Abro más mis piernas y levanto más mi pelvis para que me siga follando de esa manera largo rato, fuerte y a embestidas… violento.

Me incorporo y hago que se siente sobre sus talones mientras sigo por detrás cogiéndola con mis garras suavemente introduciéndola en mi recto. Mi cola parece saber bien donde tiene que ir y gira hacia delante metiéndose en mi vagina.
 Ahora soy yo la que se está follando a sí misma o la que se lo está follando. Apoyo mis manos delante y me muevo hacia detrás, en movimientos circulares y profundos, disfrutando a punto de estallar esa doble penetración.
Y así durante largo rato hasta no poder aguantar más… Se agita mi respiración, los movimientos se vuelven más rápidos y salvajes, se eriza mi piel, mis pezones se ponen duros y en punta… gruño y y araño el suelo. Sube poco a poco pero tan intenso que hasta duele y tan fuerte que se me nubla la vista y no puedo respirar. Pierdo el estado de consciencia o la también llamada petite mort. Tengo pequeñas convulsiones post orgasmo.. como pequeñas fracciones de ese estado tan intenso.
No me deja que me recupere, tampoco voy a hacer nada para evitarlo. No tengo ni fuerza ni voluntad para ello.
Me pone boca arriba, abre mis piernas y sin previo aviso me penetra con toda su fuerza, cosa que me activa de nuevo y me excita al instante, pero es su turno. Está encima de mí follándome con fuerza, mi cola se desliza detrás de él y juega con la entrada de su recto mientras estoy lamiendo las heridas de sus hombros.
Pesa, por lo que con los brazos lo retiro hacia atrás y así tocarme yo mientras me sigue follando.

Mi cola le gusta, por lo que voy metiéndosela poco a poco… con suavidad. Me sube tan alto ver como a medida que va entrando, él más se enfurece y me folla con tanta violencia que empiezo a tocarme con más rapidez porque voy correrme otra vez… Y lo hago, retorciéndome como un gato.
El sigue un poco más, lo miro. Meto mi cola más profunda en su recto y le hace gritar… pero de placer. Sale cortésmente de mí y termina entre gritos y gemidos vaciando su esperma sobre de mí, con potencia entre mis pechos, mi cara y mi abdomen.
Seguidamente cae sobre mí y retiro mi cola de su recto con un pequeño gemido por su parte. Huele a sexo, huele a semen sobre mí.
 Paso una de mis garras por el pecho y lo chupo, es exquisito su semen.
Es curioso, a la vez que me recupero vuelvo a sentir ese instinto de querer matarlo, por lo que lo retiro con fuerza y salgo corriendo, perdiéndome por el cañaveral… Quizás me lo vuelva a encontrar o no, o quizás, a otro tipo de bestia de este paraíso… Ojalá!

                                                                                                                                 Geisha Roja.

martes, 9 de abril de 2013

Daniela


Cuando de pronto descubres la insaciable hambre de sexo, no recuerdas detalles...recuerdas fuerza...o poca voluntad...curiosidad? ....descubres sin parar que tú eres más de lo que pensabas.....entrega....pero también miedo.....
Así fue esa noche. Una prenoche que no recuerdo.....solo recuerdo la insaciable necesidad de estar en su cama....la de dos noches antes.......
ya no era yo quien dominaba...era yo la dominada.....te concentras en el punto G, tus ojos se medio abren y ves un techo, sientes su respiración.....es sudor....como nunca habías sudado....eres volteada de pronto y sus manos se posan en tus gluteos.....

Es la presión que hunde tu pelvis contra el colchón, mientras no sabes que va a pasar........y de pronto lo que habías temido, porque una burbuja socio-genérica te acompania una larga vida.....y un recuerdo del pasado limitaba la inimaginable libertad de tus sensaciones....

Lentamente su pene tocaba el aro de mi ano....y en mi mente pensaba "otro más"..........pero decidí romper mis hielos.....y su gentileza fue enamorante....fue lento y seductor....no había dolor....fueron segundos convertidos en minutos para mi.....y lentamente entendí: que me había perdido de algo grande toda mi vida......invadida de él....22 cm completos dentro de mi recto....moviendose rítmicamente...mientras mis manos a apuniaban en las sábanas y sus dedos coplaban los mios......entendí que el poder de posesión es lo más erótico que existe.....y me levantó como crucificada mientras me penetraba....y me puso frente a su espejo......y pude ver mi transformación....mis curvas y su poder.......su mirada y mi placer.....besando mi cuello y susurrando a mi oído me dijo: me has embrujado.......y desde entonces recuerdo su olor y cada contorno de su cuerpo...fui duenia de mi placer y del suyo........el mejor orgasmo de mi vida.....

jueves, 4 de abril de 2013

Sexo en lugares públicos.


Placer por lo prohibido


¿Te gusta el morbo? Sexo en lugares públicos...

El sexo es algo que se practica, bien sea a solas o acompañada, en la intimidad. No es una cosa que guste hacer en público. Sin embargo, algunas veces se pueden tener tentaciones de hacerlo en lugares que te pueden ver ¿Por qué pasa esto?


La actividad sexual es algo que se suele hacer en la intimidad de la casa de cada cual; alejada de todos. Y muchas veces en la confianza que te da un lugar concreto de la casa como es el dormitorio. Con la masturbación sucede así porque es una actividad solitaria que una no desea compartir, por definición, en la mayor parte de las ocasiones. A veces puedes desear agregarla a las relaciones con tu pareja; pero siempre es algo que consideras propio de tu vida privada. Y con las relaciones sexuales (frecuentemente llamadas 'relaciones íntimas') sucede otro tanto. Es la forma que se tiene de compartir la propia sexualidad con otra persona y, en líneas generales, aunque todos puedan saber que lo haces, gusta de realizar en la intimidad de tu casa o de tu dormitorio.

Poner normas
Las normas se establecen para regular las conductas de los seres humanos que viven en sociedad, para favorecer su convivencia. Todos nos sometemos a ellas de buena gana. A veces, no tan de buena gana porque su cumplimiento puede resultar incómodo; pero se cumplen, precisamente, en aras de esa buena convivencia. También sucede que muchos sentimos tentaciones, a veces, de contravenirlas; se hace por la excitación que produce realizar algo que está prohibido. El riesgo que supone ser pillado en una contravención, y sufrir la correspondiente sanción, genera un pico de secreción de adrenalina que hiperactiva a las personas. Algunas se quedan enganchadas en esas sensaciones y las buscan de forma permanente para sentirse bien. No desean ser descubiertas, realmente, pero la posibilidad de que así suceda las enardece mucho.

Algunas personas llevan a la práctica esas acciones para sentirse así. Otras, sin embargo, la mayoría, lo dejan en el mundo de las fantasías, donde las desobediencias pueden realizarse sin riesgos reales. Pero imaginarlo también puede producir esa reactivación al sujeto.

Con el sexo sucede otro tanto. Si lo que lo define es su realización en la intimidad, alejado de la vista de los demás, con frecuencia, exponerse ante los otros genera una sobreexcitación que se añade a la excitación sexual propiamente dicha. Y eso incrementa la intensidad de las sensaciones.

Por eso, algunas personas buscan tener actividades sexuales en lugares donde la cercanías de otros que nos puedan oir, aumenta la excitación; aunque no nos vayan a sorprender de verdad porque las puertas están cerradas. Es lo que sucede cuando apetece mantener relaciones sexuales junto a una ventana abierta, aumentando la posibilidad de que los vecinos nos escuchen, si están cerca, o nos vean, si están un poco más alejados. O hacer el amor en unos lavabos públicos (por ejemplo en un tren o un avión).
Pasión por el riesgo
Las sensaciones aumentan cuando el riesgo de ser vistos se acrecienta también. Es decir, cuando sería posible que alguien se personara donde estamos y nos sorprendiera. En este terreno, lo menos arriesgado sería mantener relaciones sexuales en un lugar público, pero alejado de la gente, aunque con posibilidades de que alguien pase por allí. Por ejemplo, un lugar de paso poco transitado de un centro comercial, o un lugar apartado de un paseo público. Lo más arriesgado sería hacerlo en el portal de una casa, donde es esperable que, tarde o temprano, entre alguien. O en un cajero automático, donde puede suceder lo mismo y añade el aliciente de que se está grabando toda la acción; lo que supone que unos desconocidos nos van a ver en acción.

Y lo menos arriesgado de todo sería imaginarse estar en uno de esos lugares mientras se mantienen relaciones sexuales en la comodidad de la propia cama. El 71% de los hombres y de las mujeres fantasean durante el coito.