jueves, 11 de abril de 2013

Bestias en el Paraíso..


No sé exactamente el motivo o significado de este sueño, o si tiene alguno, pero tampoco me importa.

Abro los ojos y me encuentro caminando desnuda entre medio de un cañaveral y árboles muy altos y gruesos,  a la vez el suelo es verde como un césped, oigo el sonido de un correr de agua y sigo a mis curiosamente oídos muy perceptivos. Tengo una extraña sensación, miro alrededor y sé perfectamente que podría subirme a cualquier árbol sin problema, veo de una manera muy nítida y al mirarme las manos son como una especie de garras, detrás me sale una especie de cola larga, un poco gruesa, de mi misma piel, no estoy incómoda, forma parte de mí y sé cómo moverla perfectamente. Todo lo demás soy yo, pero me toco la cara, la cabeza… Me pongo nerviosa, porque ahí  no soy yo… tengo la cabeza de algún felino, aunque me siento segura.

Me apresuro a buscar el agua, y me encuentro a la orilla de una especie de río. Es claro, arenoso y cálido, al que la altura del agua no sobrepasa las rodillas. Al otro extremo de la orilla todavía un poco lejos, veo salir rampando del agua en principio un cocodrilo pero su cuerpo es de hombre…y perfecto. Me quedo observándolo y parece tener la misma sensación que yo a la vez de perdido. Tomo como una actitud de defensa, siento que se me eriza la piel, estoy muy excitada, pero  a la vez…. este instinto nuevo para mí, quiere matarlo.

Enseguida capta mi presencia y nos vamos acercando uno al otro,  a cada extremo de la orilla..
Por más que lo miro, no lo reconozco. Su cuerpo es enorme y perfecto a la vez que su miembro, que a medida que se va acercando se pone más erecto. Sé que tiene la misma sensación que yo, está excitado pero a la vez quiere matarme… Puedo sentirlo.

Ya casi estamos uno frente al otro, pero no voy a esperar y corro hacia él. ¡Para atacarlo!
 El corre hacia mí, y en el momento que doy un salto para arañarlo y morderlo… Quizás, para arrancarle la yugular de un mordisco, me siento perfectamente capaz.  Es mi instinto en ese momento.
A cámara lenta, levanta el brazo y en pleno vuelo recibo un golpe tan fuerte que caigo hacia atrás en el agua.

Aturdida, abro los ojos.  Acabo de  darme cuenta que es mucho más grande y más fuerte que yo. De pie, delante de mí, con una erección brutal. No sé como explicar la cantidad de sensaciones tan intensas y contradictorias en ese momento.

Estoy dolorida, excitada, tengo un miembro perfecto delante de mí que me apetece lamerlo, chuparlo, succionarlo… tirarme hacia el e introducirlo de un golpe hasta el fondo de mi garganta acariciarlo todo dentro con mi lengua, tragarlo con toda la saliva que segrego del placer que me genera semejante manjar. Definitivamente… Como un animal.
A la vez quiero correr y salir de allí. Pero antes de decidirme por la segunda opción, ya me tiene cogida por un tobillo y me está arrastrando hacia la orilla.


A medida que nos acercamos me levanta con un solo brazo por el tobillo, agachando su enorme cabeza entre medio de mis piernas, lento… saca una enorme lengua, pero su lengua es como la de un caballo, y yo lo estoy viendo con la cabeza sumergida en el agua, intento apoyar los brazos para intentar incorporarme un poco, entre otras cosas, para poder respirar. Me siento ahogada y excitada.
Pasa su lengua entre medio de mis piernas de arriba hacia abajo, una y otra vez…  la mete dentro, moviéndola de un lado a otro. Es suave, caliente, húmeda, gorda… Hace que separe aún más la pierna que no me tiene sujeta.

Llegamos a la orilla y me tira hacia el césped, no le cuesta gran esfuerzo, es muy fuerte.
De un salto me incorporo a cuatro patas frente a él que sigue perfectamente erecto, y de un salto con la boca abierta la meto hasta el fondo de mi garganta, presionando desde mi nariz hasta mi frente contra su pubis… tragándola hasta el fondo, lamiendo de dentro a fuera a golpes. Con mis colmillos podría arrancársela en el acto, pero el placer que me produce tenerla en el fondo de mi garganta nubla ese pensamiento.

Levanta la pierna poniéndola en mi hombro y me empuja fuertemente hacia atrás. Vuelvo a quedar acostada delante de él que sigue estando de pie… Su reacción me irrita de sobremanera y me enfurece.
Vuelvo a saltar, pero esta vez sobre él clavando mis uñas en sus hombros agarrándome y con mis pies a los lados de sus caderas… La meto en el acto. Me muevo arriba y abajo, fuerte, enfurecida, pero él no se mueve… Loca, desesperada,-¡ La quiero toda dentro y más!.
Mis manos son como garras, por lo que ya corre la sangre por sus hombros, pero no quiero soltarme… Lo estoy utilizando para darme placer a mí misma, subiendo y bajando, retorciéndome, penetrándome hasta lo más profundo que puedo.

Vuelve a quitarme de encima, cogiéndome por la cintura y tirándome hacia atrás, esta vez con un poco más de delicadeza, posiblemente por las heridas de los hombros de donde le veo caer gotas de sangre que huelo y me excitan aún más.

Pero se acaba la delicadeza de segundos…
 Se agacha me coge por la cola y de un tirón me da la vuelta. Cae de rodillas y a mí me deja a cuatro patas.
Intento huir, pero me atrapa por la cola y me arrastra hacia él. Clavo la uñas en el césped pero me arrastra hasta que siento de golpe como me penetra hasta el fondo haciéndome gruñir y agarrarme fuertemente entre el césped mojado y arena de la orilla.

Mientras con una mano me gobierna tirándome de la cola a su antojo hacia sí embistiéndome con mucha violencia, con la otra empuja mi cabeza contra el suelo. Abro más mis piernas y levanto más mi pelvis para que me siga follando de esa manera largo rato, fuerte y a embestidas… violento.

Me incorporo y hago que se siente sobre sus talones mientras sigo por detrás cogiéndola con mis garras suavemente introduciéndola en mi recto. Mi cola parece saber bien donde tiene que ir y gira hacia delante metiéndose en mi vagina.
 Ahora soy yo la que se está follando a sí misma o la que se lo está follando. Apoyo mis manos delante y me muevo hacia detrás, en movimientos circulares y profundos, disfrutando a punto de estallar esa doble penetración.
Y así durante largo rato hasta no poder aguantar más… Se agita mi respiración, los movimientos se vuelven más rápidos y salvajes, se eriza mi piel, mis pezones se ponen duros y en punta… gruño y y araño el suelo. Sube poco a poco pero tan intenso que hasta duele y tan fuerte que se me nubla la vista y no puedo respirar. Pierdo el estado de consciencia o la también llamada petite mort. Tengo pequeñas convulsiones post orgasmo.. como pequeñas fracciones de ese estado tan intenso.
No me deja que me recupere, tampoco voy a hacer nada para evitarlo. No tengo ni fuerza ni voluntad para ello.
Me pone boca arriba, abre mis piernas y sin previo aviso me penetra con toda su fuerza, cosa que me activa de nuevo y me excita al instante, pero es su turno. Está encima de mí follándome con fuerza, mi cola se desliza detrás de él y juega con la entrada de su recto mientras estoy lamiendo las heridas de sus hombros.
Pesa, por lo que con los brazos lo retiro hacia atrás y así tocarme yo mientras me sigue follando.

Mi cola le gusta, por lo que voy metiéndosela poco a poco… con suavidad. Me sube tan alto ver como a medida que va entrando, él más se enfurece y me folla con tanta violencia que empiezo a tocarme con más rapidez porque voy correrme otra vez… Y lo hago, retorciéndome como un gato.
El sigue un poco más, lo miro. Meto mi cola más profunda en su recto y le hace gritar… pero de placer. Sale cortésmente de mí y termina entre gritos y gemidos vaciando su esperma sobre de mí, con potencia entre mis pechos, mi cara y mi abdomen.
Seguidamente cae sobre mí y retiro mi cola de su recto con un pequeño gemido por su parte. Huele a sexo, huele a semen sobre mí.
 Paso una de mis garras por el pecho y lo chupo, es exquisito su semen.
Es curioso, a la vez que me recupero vuelvo a sentir ese instinto de querer matarlo, por lo que lo retiro con fuerza y salgo corriendo, perdiéndome por el cañaveral… Quizás me lo vuelva a encontrar o no, o quizás, a otro tipo de bestia de este paraíso… Ojalá!

                                                                                                                                 Geisha Roja.

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