viernes, 22 de marzo de 2013

Sexo y Autoestima


 El disfrute del sexo es el resultado de un sinfín de factores. Sin embargo, uno de los que más contribuyen en el proceso es una sana autoestima. Es lógico que se pueda disfrutar más de la actividad sexual si la persona se siente segura y contenta consigo misma. El gozo es mayor si se gusta y se siente atractiva y deseada. Y para eso no hay que ser candidato a ningún concurso de belleza.
Hemos podido ver en consulta a personas con un físico estupendo y con una sexualidad paupérrima. Recordamos el caso de una chica rubia guapísima, con un tipo estupendo. Esta chica tenía serios problemas de autoestima, que se manifestaban en una percepción absolutamente distorsionada de su imagen corporal. Ella no se veía nada atractiva, era extremadamente perfeccionista y magnificaba sus pequeñas imperfecciones −su estilo de relación era temeroso e inhibido, como un pollito mojado−. Su vida sexual estaba ausente. Era incapaz de sentirse digna del amor y estaba demasiado ocupada en sus traumas para deleitarse con el autoerotismo.
La belleza física es un fenómeno subjetivo y efímero. Se dice que la belleza está en el ojo de quien la percibe y no es posible atraparla en el tiempo. No merece la pena atormentarse deseando contar con unos atributos físicos que no se tienen. Sin necesidad de obsesionarse por ello, es posible cultivar la mente al tiempo que se cuida el cuerpo y la higiene −de hecho, una cosa lleva a la otra y se retroalimentan−. Al final, el equilibrio será el objetivo.
Muchas veces lo que hace a una persona sexy es más su actitud que sus atributos físicos. Si miramos a nuestro alrededor muy probablemente veremos a personas que nos parecerán atractivas debido a su forma de ser, sus actitudes, su enfoque de la vida... Posiblemente, nos parecerán encantadoras aquellas con quienes sentimos una mayor afinidad o aquellas que poseen cualidades que admiramos. Puede ser su sentido del humor, su entusiasmo, su forma de sonreír, aspectos relacionados con su actitud ante la vida. También pueden parecernos atractivas otras personas debido a que se diferencian del resto −su creatividad y que se atrevan a ser diferentes puede hacerlas muy atractivas−.
Esas cualidades, que vemos en otras personas y que podemos admirar, existen en nosotros en mayor o menor medida. Es de vital importancia que aprendamos a reconocerlas y a sacar partido de ellas. Esas cualidades son más importantes que el aspecto físico y duran mucho más. Todos tenemos un potencial atractivo que hay que saber aprovechar. Refuerza tu autoestima sexual, piensa en cinco cosas que valoras de ti como amante, reconócelas y foméntalas. ¿Qué cinco cosas valoras más como amante? ¿Qué aprecias en los demás? ¿Sabes aprovechar tu potencial de seducción? ¿Qué cualidades buscas en tus amantes?

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