jueves, 10 de enero de 2013


TRIO CON DESCONOCIDOS

 Los había conocido esa misma noche. Hace poco que rompí con mi novio y solía pasar las noches perdidas en chats de internet. En uno de ellos le conocí. Decía que eran una pareja que buscaba probar cosas nuevas. Siempre he sentido cierta curiosidad, y la verdad es que me apetecía mucho. Acabé por aceptar quedar a tomar algo esa misma noche y conocernos a ver que pasaba. Cuando llegué estaba él sólo, ella aparecería poco después desde el lavabo. Eran atractivos. Él de unos 30 y algo, alto, moreno, con algunas canas ya, y perilla. Ella bajita, delgadita, una mirada traviesa tras su cabello pelirrojo...
Me encuentro en su casa, en su dormitorio. Estoy encima de la cama, y él me va quitando la ropa, el suéter y luego el pantalón. Ella va lamiendo cada parte de mí que él deja al descubierto, centrándose en mis endurecidos pezones... La beso en la boca y dejo que introduzca su lengua, jugamos. Estiro el brazo para tocar a su marido la polla dura bajo los pantalones, mientras me acaba de desnudar. Los dos aún están vestidos, y yo me siento una muñeca en sus manos. Ella lleva un vestido blanco, deslizo mis manos por debajo. Mientras, él empieza a acariciarle los pechos por encima de la ropa, disfrutando que no lleva nada debajo.
Lamo mis dedos, estoy deseando comérselo, y ella que lo haga, se le nota en la cara. Se desnudan mutuamente, mientras yo aparto el cabello largo de ella y le beso en el cuello, le muerdo dulcemente las orejas, y mis manos pasean por su cintura ya desnuda. Él me agarra del brazo y me pone de pie. Me besa en la boca, baja su mano y nota lo mojada que estoy. Me acaricia y yo gimo suavemente. Ella se masturba en la cama mientras nos observa. Empiezo a jugar con su polla. Me encanta sentirla tan dura. El no puede más y me hace agacharme.
Paseo mi lengua por su polla, sin apartar la vista de su rostro. De fondo, los gemidos de su mujer me excitan aún más. Él me agarra la cabeza y empuja, quiere que me la meta en la boca, pero yo prefiero jugar un poco más. La sujeto con la mano y adopto un ritmo lento, arriba y abajo, arriba y abajo. De vez en cuando acerco mis labios y dejo que mi lengua saboree su polla. Acabo obedeciendo cuando me dice "quiero sentirla en tu boca" entonces mis labios la envuelven y la aprietan, tomando el mismo ritmo de antes, lento, dejando que disfrute de cada movimiento. Sus gemidos se mezclan con los de ella. Cuando ya ha tenido bastante me pone en pie y me obliga a ponerme a cuatro patas, como a una perra. Su mujer me mira y sonríe, se acerca, me muerde el labio inferior y se abre de patas ante mí. De repente siento una lengua en mi coño, que me hace estremecer. La pasa lentamente y luego juega con los dedos, haciendo que grite "más". Yo le imito y hundo la cabeza entre las piernas de ella. Juego con mi lengua, saboreo su sexo, levanto la mirada para saber que le gusta. Ella me aparta el pelo de la cara, y de vez en cuando me paro para poder soltar un gemido. Él sigue comiéndomelo, insaciable. Yo voy más rápido, paro, cambio el ritmo, le hago sufrir. Cuando ya estoy lo suficiente lubricada, para y, poniéndose en pie, me embiste, haciéndome sentir su polla de golpe, dentro de mí. Me agarra de la cintura y me hace ir al ritmo que desea. Me penetra con fuerza, pero despacio, dejando que la sienta bien dentro de mí. Siento uno de sus dedos jugando con mi culito, abriendose paso y aumentando cada vez más la velocidad. Ella disfruta, se lame la punta de los dedos y acaricia sus pezones. Agarra con fuerza mi cabeza y me guía hasta abajo, otra vez. Él mientras acelera el ritmo, con sus dedos en mi culo a la vez, aumentado mi placer. Cada vez más rápido. "Más rápido" pido. Mientras tanto ella se corre, arqueando su cuerpo y estirándome del pelo. Mi lengua se hunde con fuerza, tragandome todos sus jugos. Él para, sabe que va a correrse y se tumba en la cama, dejando que su mujer se la chupe. Yo me arrodillo, poniendo mi sexo en su cara y sintiendo su boca y sus gemidos en él. Me inclino hacia delante y me uno a su mujer. Las dos se la chupamos como putas, nuestras bocas se encuentran y nos besamos. Él mientras sigue comiendolmelo. No pasa mucho hasta que yo también me acabo corriendo.Mientras acabo él explota y termina corriendose en la boca de su mujer. Inmediatamente vuelvo a besarla, para sentir un poco de esa leche caliente.
Estuvimos acostados un rato, hasta que conseguimos levantarnos. Me ofrecieron tomar algo, pero tras haber acabado todo me encontraba algo incómoda, por lo que quería salir de allí cuanto antes...

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